HORA ZULU – EN TU NADA
Cuando la vida miraba pa otro lao descuidada
en los momentos perdidos de atardeceres cualquiera,
estudiabamos el paso de las nubes distraidos
como si en esta partida nada con nosotros fuera
Y de la nada desperto una puñalada por la cara
no es mas dulce una patada por mucho que se la espera,
no es la vida en estas cosas casi nunca delicada
y por mas que avisa casi casi siempre es traicionera
Y en la nada te perdiste, y solo quedan mis recuerdos
sabes que la nada es triste y en tu nada yo me pierdo
Casi en nada me dejaste, yo tan solo medio cuerdo
condenado a lo que fuiste , pues lo que serias me pierdo
Y no me acostumbro a no verte a mi lao y me siento vacio me siento derrotao y hoy por mas que lo pienso no quiero ponerme a pensar
Me duele tanto y tanto saber que no voy a volver a verte
que me hace falta querer creer
No tengo fuerzas ni tan siquiera pa ser fuerte
quiso la sal verme padecer
Y de la nada sale un verso en este yermo, en este inverno
donde solo se esperaba ya el final para este enfermo,
donde cada mirada desembocaba en un infierno
y en los miles de cielos que ya no encuentro cuando duermo
Y de la nada salio un llanto repetido
y eso es todo y un sabor amargo en la garganta
que pa siempre queda
Y aunque quise muchas veces abandonarlo en el olvido
no hay olvido que apartarte a ti de mi cabeza pueda
Y en la nada te perdiste solo quedan mis recuerdos
sabes que la nada es triste, y en tu nada yo me pierdo
Casi en nada me dejaste, ya tan solo medio cuerdo
condenado a lo que fuiste pues lo que serias me pierdo
No me acostumbro a no verte a mi lao
y me siento perdio me siento abandonao
de la mano de un cielo al que no me he parao a rezar
Me duele tanto y tanto saber que no voy a volver a verte
que me hace falta querer creer
No tengo fuerzas ni tan siquiera pa ser fuerte
quiso la sal verme padecer
Y tus nas hoy me parecen bofetas que da el destino,
puñalas que me llevan a lamentar mi mala suerte,
pisotones pu?eteros de algun rastrero divino,
cicatrices de esas que solamente sana la muerte
Y tus nas hoy me parecen bofetas que da el destino,
puñalas que me llevan a lamentar mi mala suerte,
pisotones pu?eteros de algun rastrero divino,
cicatrices de esas que solamente sana la muerte