MIgo de Oz – La cruz de santiago
No era el hombre mas honesto
Pero el
Era un hombre valiente y fiel
Tampoco la piedad se cobijaba en el
Malvivia, alquilando por tres maravedis
Su espada y vizcaina en
Ajustes de poco lustre y de peor fin
Eran tiempos duros y habia que buscarse el pan
Reinaban la picaresca, la espada y el «voto a tal»
Brilla el acero en su mano
Perla su cara el sudor
Donde el mar no tiene dueño ira
Ira a buscar
A su espalda, una sombra y a pie
Le seguia sin perder ningun detalle
Parecia aprender
Su mirada reflejaba calma y paz
Su voz grave y familiar
Relataba leyendas de la antigIedad
Algo misterioso le envolvia, no dormia jamas
Cuentan que se alimentaba del relato popular
Brilla la Cruz de Santiago
En su pecho, por el Sol
Su rostro jamas descubrio
Su nombre oculto
En el tejado del tiempo
En el desvan de los sueños
Se ahoga una voz:
«No creas en todo lo que veas
Solo haz caso a tu intuicion
Y si albergas la duda
Nunca hallaras consuelo en tu interior
Lanza bien los dados
Porque el juego del camino ha comenzado
Agudiza tu ingenio
Sirvete de mancias
Sirvete del tarot
Lee en el alma del bosque
Y adivina donde la muerte se escondio»