Joan Manuel Serrat – Mirame y no me toques
Se conocieron en uno de esos pastos urbanos
entre apretujones y copas vacias,
donde se cuecen las mentiras de primera mano
y las vanidades de bisuteria
El era un consumado artista del ojeo
midiendo la noche desde su atalaya,
resistiendo los envites de los mirares ajenos
hasta que le echaban humo las pesta?as
Cuando ella respondio el torniquete de su mirada
con el navajazo de sus ojos negros,
el se dio cuenta que la vida le regalaba
una compañera para sus juegos
Fue un inquietante romance
que solo el aire llego a acariciar,
Aprendieron a citarse manteniendo el riesgo del azar
buscando sin encontrarse
Mirame, mirame,
mirame y no me toques, pero mirame
Se verian en un solar abandonado
siempre que lloviese a las tres del dia,
irian al futbol, cada uno por su lado
y con los prismaticos se rastrearian
Acabarian con frecuentar los funiculares,
uno el de subida, el otro el de bajada
y mirarse en los ojos atraves de los cristales
en el breve instante en que se cruzaran
Hasta que un dia el experto artista de la mirada
no tuvo bastante con palpar la niebla,
quiso ser menos «Polaroid» y mas almohada
tuvo un mal momento y rompio las reglas
Y le ofrecio la aventura vulgar
de un enredo en un cuarto de hotel,
amor no es literatura
si no se puede escribir en la piel
Pero ella no llego nunca